Es
indudable que la razón por la cual uno se pasa de 6 a 18 horas semanales
en la cancha entrenando con un equipo de baloncesto es porque pretendemos
que cada vez su desempeño sea mejor y definitivamente cuando uno asiste a
la sesión de entrenamiento previa a un encuentro, sea este de liga, copa
amistoso o clasificatorio, se evidencia un ambiente especial entre los
jugadores, una expectativa do lo que se hará en la jornada deportiva por
venir.
Por regla general me gusta trabajar esas sesiones con miras a lo
que pretendemos hacer en el partido, por supuesto se espera que el
entrenador tenga una visión general de lo que el contrario puede
presentar en la cancha y las variables deberán depender de lo que sabemos
que nuestros muchachos saben hacer. Yo procuro no caer en el error de
querer enseñar un esquema defensivo u ofensivo en una sesión, porque lo
mas probable es que al día siguiente no jueguen ni como acostumbran ni
mucho menos de la forma “nueva”, mas bien modifico algunos aspectos
mínimos de nuestro esquema para aplicarlos en el partido: por ejemplo, si
se que nuestros jugadores interiores son mejores que los rivales
recomiendo seguir nuestro esquema de pasar y correr haciendo énfasis y
servir pases a los postes en situaciones de 1vs1 a las
que ellos de cualquier modo están habituados, solo el énfasis
será servir mas balones que en el promedio de los juegos; otra
alternativa es que si me enfrento a una defensa especifica que se por
escauteo que mi rival en ciernes propondrá la mayor parte del tiempo
(pongamos por ejemplo una 1-3-1) trabajo en la sesión sobre las
posiciones que deberán mantener los jugadores en la ofensiva para
eficientar nuestro sistema de ataque, así colocare a mis armadores
cargados a los costados bajo un esquema de Base-escolta y seguirán
cortando después de pase y se ubicaran en las zonas débiles de la
defensa para recibir pases que provoquen romper la misma.
Si tendré que enfrentar un equipo que presente características
contrarias, es decir, postes de mayor tala que los nuestros pero que
permiten tiros de media distancia por lo general hago énfasis en el
entrenamiento en trabajar las posiciones de tiro desde donde buscaremos
los encestes y quizás hasta trabaje el rebote con tres
jugadores a la caza del rebote ofensivo, además de pedirles que
busquen correr el rompimiento un poco mas de lo acostumbrado para intentar
mas agarrar a los rivales fuera de posiciones, esto por o general los hace
llegar mentalizados sobre lo que se pretende presentar al rival en cada
partido.
Por regla general mis entrenamientos previos al encuentro no son
muy desgastantes, he visto muchas veces como algunos entrenadores
demasiado ansiosos trabajan con demasiadas cargas antes de un juego lo que
ocasiona que los jugadores no rindan en el partido los 40 minutos, o peor
aun que en juegos importantes, clasificatorios o finales los jugadores
llegan “quemados” por un entrenamiento demasiado acuciante: por regla
general el jugador hará lo que aprendió en un periodo largo no un día
antes del juego. Normalmente no los hago desgastarse, lo que no significa
que no trabajen, es curioso como algunos jugadores creen que si
hacen ejercicio fuerte se encontraran mejor preparados al día
siguiente y piden mayor intensidad, incluso algunos de los muchachos un
día antes de un partido importante hacen ejercicio por su cuenta por que
eso los hace sentirse mas seguros, cuando me percato de esto les
pido que si hacen algo por su parte como correr campo traviesa o
gimnasio lo hagan cuando menos un mes antes de la competencia que les
interesa.
Por otro lado a veces la expectativa mina la determinación de
algunos jugadores y parte del trabajo de preparar los partidos va
encaminado a la actitud que deberán mantener antes del juego, yo estoy
firmemente convencido que la confianza de los jugadores nace en lo que
ellos están seguros que pueden hacer bien, por lo tanto trabajo en la
sesión previa varias repeticiones de los mejores movimientos de cada uno
ya armados en el esquema ofensivo, por supuesto que trato e corregir
fallas que vamos detectando en juegos previos pero eso la hago por lo
general en la primer sesión después del juego y si insisto en ello en la
sesión previa es porque en las otras dos sesiones no pudimos resolverlo
satisfactoriamente.
En lo relativo al nerviosismo que algunos jugadores manifiestan
trato de explicar que estar nervioso esta bien, que lo que perjudica a
alguien es que se deje dominar por los nervios, se “congele” y no haga
lo que sabe por temor a fallar. Esto lo refuerzo tratando de mantener un
ambiente de determinación entre los muchachos y evitar darle mas
importancia a las inseguridades enfatizando nuestras cualidades en la
sesión previa.
Por ultimo me gusta designar el quinteto titular el día del
entrenamiento previo, de ese modo puedo hacer cambios en la alineación si
necesito mas altura, velocidad o si alguno de los muchachos se ha ganado
la oportunidad de abrir el partido, sobre todo después de haber trabajado
durante la semana, eso me permite “tirarle las orejas” a los que
faltan a entrenamientos al no ser designados para iniciar.
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