1972:
Crónica de "El Basket en los Juegos
Olímpicos." De Eduardo Fernández y Mario J. Hernando.
"La gran final estaba servida. Ambos equipos no se habían cruzado
desde Tokyo y esta vez los soviéticos se sabían al menos igual de
potentes que sus rivales. El técnico soviético había ensamblado un
potentísimo equipo, encabezado por los Belov, Edeshko, Kovalenko y
otros...
El equipo ruso, guiado por Sergei belov, que acabaría con 20 puntos,
tomó el mando en el marcador desde el primer minuto y llegó a tener
ventaja de hasta diez puntos, acabando la primera mitad 26-21 a favor de
la URSS.
Al comenzar la segunda mitad los soviéticos siguieron dominando, y a
falta de 10 minutos el marcador era 38-28.
Henry Iba, a la desesperada, ordenó
entonces un pressing por todo el campo y este empezó a dar sus frutos. A
falta de 55 segundos, tras seis puntos seguidos anotados por Joyce y
Collins, Estados Unidos se acercó 46-49, y Jim Forbes colocó el 48-49.
Los rusos, asfixiados por la presión de
sus defensores. perdieron los papeles y a falta de seis segundos Doug
Collins robó un pase y se fue lanzado hacia la canasta. Dos defensores
soviéticos le empujaron, yendo a parar contra el soporte del tablero,
pero los colegiados pitaron falta personal. Collins convirtió el primer
tiro libre (49-49) y cuando iba a lanzar el segundo, la bocina sonó.
Los rusos habían pedido tiempo muerto,
ilegalmente, para enfriar a Collins. Éste, sin embargo, no perdió la
concentración y puso, por primera vez en el partido, a su equipo por
delante 50-49. Faltaban tres segundos para el final, un espacio de tiempo
que se convirtió en el más largo y polémico de la historia del
baloncesto. El balón fue a las manos de Sergei Belov y, tras dos
segundos, los árbitros pararon el juego. Siete jugadores del equipo ruso
y su seleccionador estaban pidiendo tiempo muerto. Righetto, el colegiado
brasileño, fue a la mesa para verificar el tiempo que quedaba y decidió
volver a poner tres segundos en el reloj.
El balón fue a poder de Paulaskas pero el
pase fue de nuevo rechazado por los norteamericanos. Sonó la bocina y el
banquillo norteamericano se lanzó al centro de la cancha a celebrar la
victoria. Fue entonces cuando William Jones, secretario general de la
FIBA, bajó de su palco a la mesa de anotadores e indicó con los dedos
reponer tres segundos: había habido invasión de la cancha antes del
final del partido y el mandamás del baloncesto ordenó una tercera
repetición.
Edeshko, desde debajo de su tablero lanzó
un balón a la desesperada a Alexander Belov, situado bajo el aro
contrario. Belov se deshizo de sus dos defensores, Joyce y Forhes, no muy
ortodoxamente y convirtió la canasta que rompería la racha victoriosa de
los Estados Unidos.
Henry Iba, que protestó oficialmente el resultado, durante el tumulto que
se formó en la pista «perdió» su cartera, que contenía 370 dólares.
Righetto se negó a firmar a el acta del partido.
Esa misma noche se reunió un comité especial formado por cinco
representantes de la FIBA para decidir la validez o no del resultado final
(51-50). La votación, 3-2, fue favorable a Rusia. Los tres votos
favorables a Rusia fueron concedidos por Polonia, Hungría y Cuba. Los dos
en contra por Italia y Puerto Rico. Los jugadores del equipo
norteamericano se reunieron al conocer el resultado de la votación y
decidieron no aceptar las medallas de plata. Todavía hoy el COI les manda
cada año una carta pidiéndoles que rellenen un formulario para
recibirlas. Ninguno lo ha hecho hasta ahora.
Fue, indudablemente, el robo del siglo. Con
Bill Walton habrían ganado el oro con casi total seguridad. Con un
sistema de juego más ofensivo seguramente también lo habrían
conseguido. Con un tercer país occidental en la reunión que estudió y
votó la apelación de los Estados Unidos, posiblemente también habrían
ganado. Pero no fue así. Y lo que estaba claro a pesar de la
manipulación de esos tres segundos, es que los soviéticos habían ido
por delante todo el encuentro. Por fin había un sólido enemigo para
Estados Unidos."
1ª: URSS:
Seleccionador: Vladimir Kondrashkin
Jugadores: Anatoly Polyvoda, Modestas Paulauskas, Zurab Sakandelidze,
Alshan Sharmukhamedov, Aleksandr Boloshev, Ivan Edeshko, Sergei Belov,
Mishako Korkia, Ivan Dvorni, Gennady Volnov, Aleksandr Belov, Sergei
Kovalenko.
2ª: Estados Unidos:
Seleccionador: Henry Iba
Jugadores: Ken Davis, Doug Collins, Thomas Henderson, Michael Bantom,
Robert Jones, Dwight Jones, James Forbes, James Brewer, Tommy Burleson,
Thomas McMillen, Kevin Joyce, Ed Ratleff.
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1988:
Crónica de "El Basket en los Juegos
Olímpicos." De Eduardo Fernández y Mario J. Hernando.
"La semifinal les enfrentaría, tras 16 años de no haberse cruzado
en un torneo olímpico, con la Unión Soviética. Era la ocasión para
vengar de una vez la polémica derrota de Munich. Sin duda el hombre más
peligroso de los soviéticos era el pivot lituano Arvidas Sabonis, que
unos meses antes estaba desahuciado por los médicos para seguir jugando
al baloncesto y al que el médico de Portland Trail Blazers, el Dr. Cook,
había operado con éxito el pie lesionado y se encontraba bastante
recuperado. John Thompson criticó la ayuda prestada por su propio país
al lituano, al igual que había criticado a sus colegas por invitar a los
equipos soviéticos a hacer giras anuales por los Estados Unidos, donde
imitarían y aprenderían los secretos del basket USA.
Pero además contaban con Marchulenis, Kurtinaitis y Sokk, todos ellos
excelentes lanzadores de media distancia y el alero Alexander Volkov, como
núcleo básico del equipo. Belostenny, el pivot reserva, estaba lesionado
y el otro «siete pies», Goborov, aún muy verde. Pero estaban también
Tikonenko, Tarakanov y Homicius, experimentados jugadores saliendo del
banquillo. Por parte americana su mejor lanzador de media distancia,
Hersey Hawkins, se había lesionado en la primera fase y no estaría
disponible para este partido, considerado por los medios de comunicación
como «el del siglo».
Desde el primer pitido se vio con claridad la estrategia de los hombres de
Thompson: pressing por todo el campo, buscando las pérdidas de balón de
sus rivales; mantener la supremacía en los tableros para lanzar rápidos
contraataques de búsqueda de David Robinson en el juego interior cuando
hubiera situaciones de ataque estático ya que sin Hawkins era arriesgado
basar su ataque en el juego de perímetro. No contaron con la
extraordinaria actuación de Sabonis. Con sus 2,20 m. de altura y su rara
habilidad pasando el balón, el equipo de la URSS decidió utilizarle como
pasador en los momentos de presión rival. El balón iba a sus manos en
propio campo y, desde allí, aprovechando su superior envergadura,
buscaría al hombre desmarcado rompiendo una y otra vez el cerco de sus
rivales.
Para colmo Danny Manning, al cometer dos faltas en apenas dos minutos, era
mandado al banquillo, de donde no reaparecería hasta la segunda mitad.
Tras ir empatados a 27, los tiradores soviéticos empezaron a afinar y se
fueron en el descanso con 10 de ventaja.
En la segunda mitad las cosas no variaron mucho. Kurtinaitis y Marchulenis
seguían machacando a sus rivales desde la línea de 6.25 aprovechando las
excelentes pantallas de Sahonis. Este se hacía el amo de los tableros en
tremenda lucha con David Robinson.
Manning con tres personales y cero de cuatro intentos, jugaría sólo
cinco minutos más, seguramente en el peor partido de su carrera a
cualquier nivel. Solamente el propio Rohinson y Dan Majerle respondían a
la hora de anotar. A falta de cuatro minutos, Sabonis cometía su cuarta
personal y hubo una tímida reacción de los Estados Unidos. Pero volvió
en seguida y continuó ayudando a sus compañeros a romper la férrea
defensa yanqui.
El resultado final, 82-76, al contrario que en Munich, había sido el
producto de una inteligente estrategia ideada por Gomelski, ejecutada por
sus hombres, ante un equipo norteamericano que volvió a carecer de
creatividad en ataque, que falló demasiados lanzamientos (23 de 54), fue
superado en los rebotes, teóricamente su mejor arma y pusieron en
evidencia a su entrenador, John Thompson, cuya excesiva disciplina y
cerrazón en basarse en la defensa había castrado el potencial de sus
jugadores. La victoria había sido justa y limpia y los Estados Unidos
dejaban, de momento, de ser los amos en el baloncesto internacional, al
menos mientras siguieran representados por jugadores universitarios. Los
soviéticos/lituanos se llevarían el oro derrotando a los yugoslavos con
claridad 76-63 y los Estados Unidos tuvieron que conformarse con el
bronce, derrotando a Australia 78-49.
Las críticas en casa se multiplicaron. Bob Ryan, excelente columnista del
Boston Globe, comparaba esta derrota con la de la Guerra de Vietnam.
Harvey Araton, en el Daily News, criticaba al "inflexible" John
Thompson por dirigir pésimamente a su equipo: "Sin juego de
perímetro y con una defensa superada por pases cortos, Thompson se
encontró sin armas en ataque, al no disponer de Hersey Hawkins"
decía Araton que además recriminaba al seleccionador el hecho de no
haberse llevado a jugadores como Elliott, Sherman Douglas o Stacey King,
primando a jugadores netamente defensivos como Augmon o Charles Smith IV.
USA Tuday iba más lejos y proponía enviar a jugadores de la NBA para la
próxima cita en Barcelona. El New York Times destacaba el hecho de que la
defensa no había sido suficiente y culpaba a Thompson de haber sacado a
Manning demasiado pronto del campo, a los tres minutos, sin ponerle en el
resto de la primera parte, cuando los soviéticos se fueron por 10 puntos.
El propio Thompson en la rueda de prensa a su vuelta a los Estados Unidos
intentó capear el temporal como pudo, casi siempre a la defensiva.
Preguntado por qué había dejado en casa a hombres con más talento
ofensivo, contestó con una demagógica respuesta: «Si hubiera podido
llamar a jugadores como Michael Jordan, Larry Bird o Magic Johnson, lo
hubiera hecho. Pero no pude. Su sucesor en el puesto sí podría, en
Barcelona."
Medallistas
1ª:URSS:
Seleccionador:
Jugadores: Aleksandr Volkov, Tiit Sokk, Sergei Tarakanov, Sarunas
Marciulonis, Igors Miglinieks, Vadim Tikhonenko, Rimas Kurtinaitis,
Arvydas Sabonis, Victor Pankracskin, Valdemaras Chomicius, Aleksandr
Bilostinny, Valery Goborov.
2ª:Yugoslavia:
Seleccionador:
Jugadores: Drazen Petrovic, Zdravko Radulovic, Zoran Cutura, Toni Kukoc,
Zarko Paspalj, Zelimir Obradovic, Jurij Zdovc, Stojan Vrankovic, Vlade
Divac, Franjo Arapovic, Dino Radja, Danko Cvjeticanin.
3ª:Estados
Unidos:
Seleccionador: John Thompson
Jugadores: Mitch Richmond, Charles D. Smith, Verny Coles, Hersey Hawkins,
Jeff Grayer, Charles E. Smith, Willie Anderson, Stacey Augmon, Dan Majerle,
Danny Manning, Herman Reid, David Robinson.
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